domingo, 13 de mayo de 2012

La tristeza no dura eternamente.

E no se separa de mí ni un minuto (en realidad soy yo la que no se separa de él. Obsesion 100%). 24 horas juntos. Asique no hay tiempo para llorar.
 No me deja soltar ni una lágrima, pues en cuanto brota de mis ojos algún atisbo de tristeza lo paraliza con una sonrisa, un abrazo, un chiste, un video... cualquier cosa le sirve.













¿Que echo de menos llorar? Quizás sí...